jueves, marzo 10, 2005

Es una despedida

No me digas adios!
No dejes que ella apage la antorcha de tu vida
¿entonces quien encendería mis días?

No te des la vuelta,
no me despidas...
aun quedaron pendiente,
algunas cosas por hablar.

Deja que la muerte se vaya sola,
que no te involucre en sus asuntos
ignorala, mira mis ojos y cuelgate a mi mano

Yo sé que no podría darte serenidad eterna
ni la suave sonrisa infinita de tu boca
perdoname, no soy angel, no soy muerte
no tengo una puerta que nos lleve al cielo
no poseo la paz genuina de los dioses
yo no podría darte nada

Pero tengo miedo...
se me parte el mundo en cuatro
y estalla el sol en mil pedazos
No soy nadie
sólo el testigo de tu partida

Angel de la muerte hoy siento furia
pero sólo alcanzo a expresar llanto.


En memoria a la hermosa Isabel,
(Nunca lo dije pero anhelo algún día ser como tu)

No hay comentarios.: