Me divido en ocasiones
al desgaste de mis caprichos me disperso,
sobre alturas siderales floto y con la punta de mis dedos rozo
el principio de todos los finales.
Satura mis venas un licor narcisista
sólo hay ego en las alturas,
Como ráfaga un dolor penetra
y fatídicamente me desplomo
Mi caída vertiginosa deja huérfano un grito espaciado
Es violenta,
inexorable. ¡pum!
Yo, fragmentada,
codiciosa,
con dolor.