El y Ella (III)

¡Un momento! no se detenga, dice él.

Ella saca de su bolsillo un lápiz
de minas saturadas en grises,
y un papel que ha arrugado
como el semblante de su frente;
(esta vez sin verdadero motivo);
y se arranca las neuronas para conservarse cuerda...
totalmente callada.

Acaso no se da cuenta usted, que a ella le sobran
los segundos, la pluma y la tinta...
asomese; mirela en blanco y negro,
no luce ni una sonrisa, ni una tristeza...
simplemente no luce.

Cuando ella no le escribe, no sólo suelta la pluma...
evita complicarle las ideas
se contiene, para evitarle a usted
un bolsillo lleno de pelusa y palabras vagas.

Usted no sabe cuanto le duele detenerse,
reservarse, limitar sus palabras, meditarlas, aguantarlas, sosegarlas...
eliminarlas, tirarlas en un cesto de basura .
Porque con usted, hay que irse con cuidado (casi invisible),
y que tal si algún día amanece fastidiado, ahogado de tan rídicula poesía,
que tal si se le volca un día tanta palabrería junta...
y se le va de frente a ella... y le dice hasta aqui (esta vez ella no soportaría).

¿Qué busca en estos versos libres?,
es inútil, la poesía perdio su eficacía;
sino, mirese...
porta en su celular un número que jamás va a usar;
borrelo...y anule de su cabeza la idea que ella le seguira escribiendo,
usted no le aporta ningun motivo...

Evade cada ganas d provocar,
huye y resbala como una gota
en la cima de un paraguas mojado.
Dese cuenta que usted derrite sus palabras
con un "no sé que decirte",
porque cada palabra que usted no pronuncia,
cae perpendicular como un trompo..
justo en el centro del mundo.

Ella tiene ahora algo que antes no conocia,
"el miedo", usted la confunde
¿que los separa de su punto de partida?
¿no lo sabe? es esta barata poesía.

Lo sabe... bien lo sabe
porque la ha visto enhebrar cada sonrisa, cada expresión...
la ha visto pintar de colores los más rutinarios encuentros..

Mientras ella..
mientras yo...
me convierto en el reverso
de las cosas que usted no alcanza a ver...
¿Quiere usted que siga tirando línea? (he tirado varias)
Y para qué... para quién...
si igual nadie las atrapa...
van yaciendo en el pavimento de su cabeza...
Muriendo....muriendo...
como toda esta mágia que se agota.

De momento me refugio en las sombras
de los que creo pueden ser mis últimos versos...
porque queriendo dejar de escribierte,
confieso no puedo...
(y esto no es cosa tuya.. es cosa muy mía - adicción tratando de solucionar - )..