lunes, diciembre 27, 2010

medicada.

Y viene este hombre, (me refiero al doctor)
con su receta de pastillas milagrosas,
y asi aprendo a dormitarme un rato,
alejarme de esta indiferencia que llevan algunos
o de sus malas caras, sus reproches, sus gritos alterados
de sus miradas enfurecidas.

Vaya que si funcionan, Sr. Doctor,
ahora me dan risa sus caras amargadas
y sus ceños furcidos...
sus cabreos... me valen todos medio real,
señor doctor, si funciona sus pastillas milagrosas,
estoy dejando de ser humana
con aquellos que no supieron ser humanos conmigo.

Me da otra receta?
o de salida me saca de una vez ya, el corazón?

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