Aveces uno peca de sufrida y termina por herirse de verdad,
va uno caminando ingenuamente, creyendo que se va a solas;
pasos ridiculos...gritos con peticiones absurdas,
estuve invocando un destino crudamentes puntual.
El no sentir sabe a muerte,
pero una daga en el alma, es la muerte pura...
pecho abierto y la fricción suicida del desamor
y su contrario lástimado.
Me avente al precipicio de mis palabras que no retornan;
buscaba inspiración ...
y me quede con la expiracion de un sufrimiento hondo
sutil e infinito...
Se me ha quebrado todo,
incluso el sol que desperto y se dejo caer al abismo...
las tristezas perdidas se asoman por la ventana,
me miran con furia...
creo que me odian, me detestan...deseaban ser absueltas
y yo las retomo, las revivo en cada amor, en cada beso,
en cada lágrima interminable.
Se siente bien morir a punzasos.... morir del corazón
estoy detestablemente satisfecha, muriendo a carcajadas,
extraviandome entre los nombres dispersos del universo.
Yo que vivo enamorandome de cada roca ....
-Al final la inspiración llego...
pero con sabor amargo.-
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