He escondido mi jardín
entre los tumultos de la vanidad,
en las altas montañas de los egos,
estoy vacilando una brújula perdida
y una rosa fresca que espera el rocío
de una cálida mañana.
Se han escondido los jardines del placer,
y se han humillado unos cuantos besos en su encuentro,
una voz al oído dispersara todo el sofoco.
Ven ahora
q mañana empezara a transcurrir el resto d mi vida.
domingo, noviembre 29, 2009
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