viernes, agosto 04, 2006

Viejas Costumbres


Sin querer llegar, llegamos
en desorden de labios
a este sexo apresurado,
que deja visible un disfigurado cariño.


Estamos equivocados,
deliramos de tanto que nos han gastado las palabras,
y al final nos vence la noche...
de todo lo que te defiendes de mi...
de todo lo que me aterra tu tacto insaciable.


Maldito palacio de sábanas y luces,
que me calla las lágrimas, las bromas
y también las preguntas...


Poco a poco se dispersa
toda teoría de romance,
y entra vencedora, la desmesurada locura
¿Que es lo que bebe
tu impaciente boca de mi pecho...?
¿ qué tanto buscas entre mis piernas..
siempre han sido dos...


Seguramente hay algo más allá....
debajo de nuestra piel,
una vana costumbre
Intensa pero sin brillo,
deleitosa pero marchita...
estamos pulverizando el cariño
con las vacías ganas.


* siento la D.-Rota
("que importa si se escribe diferente, suena igual y se siente lo mismo")

2 comentarios:

Nidesca dijo...

las ganas, cuando están vacías, sí pulverizan el amor,

las ganas deben ser plenas para hacernos vibrar,

me gustó tu poema,

abrazos

Anónimo dijo...

Muchísimas gracias por tu Comentario. Saludos y andaremos por acá