Mucho tiempo después...

 

¿Recuerdas esos días?  la vida se sentía tan liviana e inmortal
reíamos todos,

divagábamos casi en anonimato.
y de recuerdos bellos llenábamos la memoria.

Había cierta torpeza, nunca la note.

¿Recuerdas? éramos niños, pero adultos

y hablábamos sobre

Herbie, 

Silvio, 

un elefante y un sombrero
hasta que nos interrumpíamos con alguna extraña tontería.
Algunas veces se despedían
una cosa bonita evaporaba la distancia
hasta coincidir nuevamente / te todo se sentía tan intacto.

Yo escribí un par de poemas inmaduros
me faltaba tanto por leer en aquel entonces,
por vivir, por dolerme el mundo.

Hoy me avergüenzan esas letras

pero  la vida se encargo de llevarme a hermosos y terribles lugares

para crecer.

No lo recordaba tan vívidamente hasta esa noche,

aquellos sonidos antes habituales me envolvieron 

y algo estalló, sentí el tiempo atravesándome.

El tiempo es un vórtice...

Los contemple a la distancia

se veían como si flotaran, como si fueran los mismos, pero otros.

más grandes, más virtuosos. Eso me hizo muy feliz.

Quería entonces también flotar para abrazarles,

para contarles que también soy otra y la misma.

El tiempo es un vórtice,

y vamos avanzando hacia el centro,

chocando, tambaleando, 

reencontrándonos en las risas y canciones

¡qué dicha la vida!

Es un vórtice, el tiempo.